Si no eres de mar ni piscina pero buscas opciones para refrescarte en el interior de España, en Castilla y León encontrarás un amplio abanico de piscinas naturales donde podrás refrescarte rodeado de un entorno muy especial.
Cuando hablamos de piscinas naturales o naturalizadas, nos referimos a las zonas de baño que no utilizan químicos o físicos para depurar el agua. En su defecto, se sirven de una depuración natural a través de plantas, gravas y microorganismos. Es decir, son piscinas sin cloro y sin sustancias químicas. También se conocen como piscinas sin cloro, biológicas, biopiscinas o naturalizadas.
No sólo hace referencia a zonas de baño de presas, ríos o embalses. También se incluyen en esta clasificación piscinas excavadas en el terreno, siempre y cuando no se utilice cloro ni sistemas de depuración químicos.
A diferencia de otras piscinas naturales en Castilla y León, en Valladolid encontramos una gran cantidad de zonas de baño en las orillas fluviales. Aunque en la capital contamos con la Playa de las Moreras, podemos acercarnos hasta el embalse de Encinas de Esgueva, donde además, podremos llevar a nuestra mascota. Es una buena opción si hemos ido al camping con nuestro perro.
Podemos aprovechar para hacer planes, como la Ruta de los Castillos y refrescarnos en la playa fluvial de Peñafiel. La orilla del río Duratón ha sido acondicionada para que podamos disfrutar de este entorno sin problemas.
Otra opción en la provincia de Salamanca es acercarnos al Charco del Pozo, también conocido como la piscina de Valero. Situada en plena Sierra de la Quilama, fue creada en 1985 sobre los restos de una antigua fábrica de luz de 1920.
Cerca de Ciudad Rodrigo, concretamente en la localidad de Villasrubias, podemos visitar las piscinas naturales de Riofrío. Aunque si estamos buscando pozas con zonas de baño permitidas, podemos ir a la desembocadura del arroyo de Las Quilamas en Alagón. Rodeada de vegetación y fauna propia de la zona, debemos tener cuidado ya que algunas de las pozas tienen dos metros de profundidad.
En Navafría, nos encontramos el Chorro, una cascada de más de 20 metros de altura que forma piscinas naturales donde podremos bañarnos sin problemas. Cuenta con área recreativa y mesas habilitadas para comer después de disfrutar de su agua y paisaje.
Si buscamos piscinas fluviales en León, podemos acercarnos hasta las zonas de baño habilitadas en la comarca de El Bierzo. En Vega de Espinareda, a los pies del cauce del río Cúa, encontramos una playa fluvial con zonas verdes donde podremos tomar el sol después de darnos un chapuzón en sus aguas.
Si queremos hacer turismo rural, también podemos acercarnos hasta uno de los pueblos de montaña de la zona alta del Bierzo, concretamente en Igüeña. A los pies del río Boeza, podremos disfrutar de una piscina natural habilitada como zona de baño en 2009.
Sin duda, una de las piscinas naturales en Castilla y León más conocidas es el Lago de Sanabria. Allí podremos disfrutar de cuatro zonas de playa fluvial: Arenales de Vigo – Los Enanos (parte más ancha), Cuesta Llago (más pequeña), El Folgoso (con una gran superficie arbolada) y Viquilla. En este último podremos disfrutar de planes en familia gracias a su parque infantil y chiringuitos.
En el río Tera, podemos ir a una de las zonas de baño en Zamora más bonitas, la piscina natural de Santa Croya de Tera. Con unos accesos totalmente habilitados y zonas verdes, es un lugar fantástico para acudir en familia a pasar el día.
Si estamos buscando piscinas naturales en Castilla y León, en Ávila podemos viajar hasta la Sierra de Gredos y bañarnos en Arenas de San Pedro. Situadas a tan sólo un kilómetro del casco urbano de la localidad, es perfecto para ir con niños. Además de la zona de baño de 2 metros de profundidad, contamos con una piscina natural para niños menos profunda donde se podrán bañar con seguridad. Si hay demasiada gente, podemos dirigirnos un poco más arriba del río, en el Charco de la Chiva, Charco Pelayos o Charco del Risquillo.
También en la falda de la Sierra de Gredos, podemos acercarnos hasta las piscinas naturales de Candeleda. Allí encontramos una pequeña zona de baño que no cubre más de metro y medio y podremos nadar sin problemas. También disponemos de la opción de buscar charcas y pozas en la garganta de Santa María.
Si estamos interesados en encontrar piscinas naturales en la provincia de Palencia, podemos acercarnos hasta la presa del río Pisuerga situada en Villalaco. Se trata de una piscina natural formada en el Canal de Villalaco conocido también como Canal de Alfonso XIII. Otra opción de biopiscinas con la que contamos es, desde Cervera de Pisuerga, acercarnos hasta la Cascada de Mazobres, donde nos encontraremos con una ruta natural de 6 kilómetros que nos sorprenderá con un paisaje espectacular. Para bañarnos, nos debemos mover hacia el embalse de Ruesga, también en plena montaña palentina. En esta misma zona, en Cardaño de Arriba, podemos disfrutar de la piscina natural que nos ofrece el Pozo de Las Lomas.
Por último, dentro de las piscinas naturales de Palencia, no podemos pasar por alto el embalse de Aguilar de Campoo. Aunque os recomendamos bañaros en esta zona en días calurosos de primavera o verano, se pueden visitar a lo largo del año para disfrutar de su paisaje. En estas zonas, se pueden contratar actividades de turismo activo para completar nuestra experiencia.
Para disfrutar de esta experiencia única en Burgos, tenemos que trasladarnos hasta el norte de su provincia. Concretamente hasta Espinosa de los Monteros. El río Trueba nos deja a su paso una piscina ecológica y fluvial digna de visitar. Eso sí, debemos tener en cuenta que estas aguas tienen siempre una temperatura baja dada su situación cercana a la Cordillera Cantábrica.
Desde ASECAL, os ofrecemos una amplia variedad de campings repartidos a lo largo de la geografía de Castilla y León para que podáis disfrutar de las piscinas naturales y descansar sin problemas. Disfruta de una experiencia única.